Aleaciones de cobre-níquel

Un estudio del sistema cobre-níquel revela que el cobre y el níquel son completamente solubles tanto en el estado líquido como en el sólido.

La adición de níquel al cobre produce varios efectos importantes. En general se incrementa la resistencia a la corrosión con el incremento del contenido de níquel. Las aleaciones de cobre que contienen entre 2 y 30% de níquel se llaman cuproníqueles.

Estas aleaciones tienen una resistencia moderadamente alta en la condición de trabajadas en frío, combinada con una resistencia excelente a la corrosión.

Por ejemplo, cuando se le trabaja en frío el cuproníquel 30% tiene una resistencia de fluencia de 70,000 psi (483 MPa) y una elongación de 15%. Estas aleaciones se usan en sistemas donde se requiere una resistencia buena a la corrosión, como en tubos de condensadores, cañerías de desalinización y otros componentes marinos.

Las adiciones de níquel también producen un cambio en la apariencia. El color de las aleaciones se aclara con contenidos de 20% o más de níquel y parecen plata.

Existe un grupo de aleaciones llamado plata de níquel, que contiene cobre, níquel y zinc. Las composiciones varían mucho, pero en general estas aleaciones contienen aproximadamente 60% de cobre, 10 a 30% de níquel y de 5 a 25% de zinc.

A medida que se aumenta el contenido de níquel, es usual que se disminuya el contenido de zinc. Estas aleaciones son de apariencia placentera y poseen una resistencia moderada a la corrosión.

Se utilizan como material base en platinados, joyería de fantasía, aditamientos de baño, cierres y monturas de anteojos.

Las características eléctricas del cobre también cambian de modo notable con la adición de níquel.

Fuente: Apuntes de Ciencia de materiales de la UNIDEG