Aleaciones de cobre-zinc
Las aleaciones de cobre y zinc se clasifican comúnmente como latones; sin embargo, también se puede usar el término bronce comercial para algunos de los compuestos de cobre y zinc.
Debido a que los términos que se aplican en la industria del latón pueden ser engañosos para el estudiante, estas aleaciones del cobre se estudiarán desde el punto de vista de su composición y de su nombre, más que de su nombre solamente.
La región de la solución sólida, que tiene una estructura cfc, se extiende desde 0% hasta alrededor de 39% de zinc. Al incrementarse las cantidades de zinc, se forma una segunda solución sólida, B. Esta fase tiene una estructura ccc.
Los latones se pueden clasificar en (1) latones a ó (2) latones a + B. A los latones alfa que contienen de 5 a 20% de zinc, se les llama latones rojos por su color de cobre rojizo, mientras que a los que contienen de 20 a 36% de zinc se les llaman latones amarillos a.
Las aleaciones de cobre-zinc son las más importante s del cobre, por sus propiedades deseables y su costo relativamente bajo. Las propiedades mecá nicas de las aleaciones en este sistema se relacionan de modo estrecho con las fases obtenidas.
La resistencia a tensión y la ductilidad de las aleaciones de cobre-zinc se incrementan con cantidades crecientes de zinc hasta un 30%. Las propiedades mecánicas de estos latones a dependen del contenido de zinc y del grado de trabajo en frío que se les aplique.
La resistencia se sigue incrementando al aparecer la solución sólida B, pero la ductilidad comienza a disminuir.
Las soluciones sólidas B y y no son tan dúctiles como la solución sólida a; por esta razón, son muy pocas las aleaciones de mportancia comercial que contienen más de un 40% de zinc, a me nos que se destinen a aplicaciones especiales.
Si la estructura de la aleación contiene una cantidad apreciable de la fase y, la aleación será muy frágil y de poco valor tecnológico.
Aquellas aleaciones que sólo contienen solución sólida a se pueden trabajar en frío o en caliente con facilidad, mientras que las que contienen tanto a como B no pueden soportar sin romperse una cantidad apreciable de trabajo en frío y por ello se deben moldear cuando están calientes.
Las aleaciones que contienen en su mayor parte solución sólida se pueden laminar en caliente, forjar o extruir con facilidad.
Cuando está presente la solución sólida y, tanto el trabajo en frío como en caliente son difíciles. En consecuencia, es raro encontrar piezas forjadas con estas aleaciones.
Fuente: Apuntes de Ciencia de materiales de la UNIDEG