Asistir al cliente especial

Para lograr un servicio de calidad y sobre todo hacer que cada uno de los clientes se constituyan en clientes especiales, presentamos 5 claves que harán la diferencia entre un cliente común y uno satisfecho.

1. Mostrar un trato amable y cordial

Siempre se debe mostrar un trato amable y cordial a todos los clientes, hacer notar que la persona que le atiende está para servirle, que está interesado en su satisfacción, pero mostrando un interés genuino, que no sea forzado o artificial, pues el cliente suele darse cuenta de ello, y puede molestarlo o incomodarlo.

2. Dar un buen servicio o atención a todos los clientes

Se debe procurar brindar un buen servicio a todos y cada uno de los clientes, no se debe tener prejuicios con algún cliente, pues no existen los clientes pequeños ni menos importantes: a todos se les debe tratar por igual.
NO solo se debe concentrar en buscar nuevos clientes, sino también, por mantener a los antiguos, pues estos al ser consolidados son los que van a ayudar a hacer crecer el negocio.

3. Brindar un trato personalizado

Siempre que sea posible, se debe procurar un trato personalizado con el cliente. Hacerle sentir único y especial. Para ello, por ejemplo, se crea una base de datos (una base de datos es una recopilación de información organizada de los datos relevantes de una persona para mantener un contacto)de las preferencias de los clientes, de modo que se brinde un producto o servicio especial que satisfaga dichas preferencias particulares. El cliente notará el detalle y lo apreciará.

4. Capacitar y motivar al personal

Todo el personal de la empresa debe estar capacitado para brindar un buen servicio o atención al cliente, desde el encargado de la puerta del negocio, pasando por la secretaria, hasta llegar al gerente general. Para esto, se debe mantener al personal motivado y satisfecho, de ese modo, sin siquiera proponérselo, proyectará dicha motivación y satisfacción al cliente.

5. Nunca decir “no”

Por último, nunca se debe decir “no” cuando un cliente nos pida algo; se debe estar siempre dispuesto a hacer excepciones y no ceñirse mucho a las reglas. Por ejemplo, no se debe decir que sólo aceptan un determinado tipo de pago, o que el menú del restaurante no puede ser alterado.

Siempre se debe estar dispuesto a aceptar cualquier pedido del cliente, pero siempre decir un “sí” que suene convincente, sin mostrar duda alguna. El decir si no pue-de poner en riesgo la operación, la integridad de las personas o del establecimiento.

Fuente: Manual de Administrador de Restaurante del Ministerio de Turismo de Ecuador