Fuentes y origen de las decisiones

Es muy importante previamente a tomar una decisión determinar cuál es la causa concreta que nos impulsa a ello. El origen o fuentes de la toma de decisión en gestión de empresas tienen dos grandes generadores:

  • Factores externos
  • Factores internos del negocio.

Dentro de los factores externos se debe diferenciar entre aquellos que son de carácter coyuntural y por lo tanto determinados en el tiempo, y los que son de carácter estructural y en consecuencia de largo plazo. Estos a su vez pueden ser de carácter positivo o negativo para el negocio. Es importante señalar a los participantes que; cuando se cruzan en una matriz ambos caracteres de los factores externos, obtenemos cuatro tipos de causas externas:

a. Oportunidades operacionales: Causas que tienen su origen en cambios en cualquiera de los factores externos (legal, tecnológicos, económicos, por competencia, etc.) que proporcionan ventajas o favorecen resultados a corto plazo y durante un tiempo determinado. (Por ejemplo el cierre de un restaurante competidor directo en la zona de influencia).

b. Amenazas operacionales: Son aquellas causas que tienen su origen en cambios del entorno (macro o micro) que causan desventajas competitivas o provocan desviaciones en la consecución de los resultados a corto plazo y durante un tiempo determinado. (Por ejemplo el encarecimiento de un producto clave en la carta por variaciones de temporada).

c. Evoluciones estructurales: Son aquellas causas que tienen su origen en cambios de los factores externos que favorecen al negocio en mayor medida que a la mayoría de competidores y que van a tener un impacto duradero y profundo en el mercado, por tanto ayudan a evolucionarlo de forma fácil. (Por ejemplo cambios en las tendencias de consumo y comportamiento de los clientes acordes con aspectos claves del concepto propio de negocio).

d. Adaptaciones estructurales: Causas que tienen su origen en cambios de los factores externos que perjudican el negocio en mayor medida que a la mayoría de los competidores y que van a tener un impacto duradero y profundo en el mercado, y consecuentemente obligan a tomar decisiones empresariales para adaptarnos. (Por ejemplo una regulación publicitaría restrictiva respecto alguno de los productos o hacia alguno de los segmentos principales de los clientes).

Fuente: Manual de Administrador de Restaurante del Ministerio de Turismo de Ecuador