El personaje mostrando sus emociones
A menudo las emociones quedan excluidas de la historia. O simplemente las imágenes se limitan a mostrar unas lágrimas, o algún enfado. Pero no debemos olvidarnos que los personajes también estarán definidos por su vida emocional, por sus actitudes.
Mostrar cómo ellos reaccionan emocionalmente ante estímulos concretos completa su definición, porque es en estos casos donde situaciones extraordinarias producirán también reacciones emocionales extraordinarias.
Un personaje habitualmente tranquilo puede perder la calma, por ejemplo, ante una gran injusticia.
No sólo debemos mostrar el momento en que el personaje se decide a realizar una acción determinada, sino también la reacción emocional que esta le provoca.
Esta reacción nos hará comprender mejor al personaje, ya que estos sentimientos expresados a través de las emociones despertarán nuestra simpatía o antipatía, modificando así nuestra capacidad para identificarnos con él.
Ampliemos entonces la gama de sus emociones. Teniendo en cuenta que dentro de las categorías de: locura, tristeza, alegría y miedo, consideradas como las cuatro emociones básicas, se incluyen otras como por ejemplo: la ira, el mal humor, la irritación, el éxtasis, el terror o la congoja.
Fuente: Apuntes de Animación Bidimensional de la U de Londres