La orquesta de los personajes
Cuando nos imaginamos los distintos personajes de la obra, debemos poner especial atención para orquestarlos cuidadosamente. Si todos ellos resultan muy semejantes, el resultado de su combinación será equivalente al sonido que produce una orquesta compuesta en su totalidad por el mismo tipo de instrumentos.
Una buena orquestación constituye un poderoso motor para hacer crecer el conflicto. Se puede elegir como personajes de la historia a dos ladrones, dos prostitutas o dos ejecutivos, pero siempre teniendo en cuenta la condición que deben ser totalmente diferentes en su temperamento, en su filosofía y en la forma de expresarse.
Se logra una buena orquestación al combinar personajes realmente distintos, bien definidos, que muestren de manera evidente su oposición, ya se trate esta de religión, fanatismos o simplemente esté provocada por una cuestión de orgullo.
Acordemos que es imposible que todos los integrantes de un mismo grupo de opinión piensen exactamente igual. Pero reconozcamos también que aunque sus divergencias individuales pueden resultar grandes, nunca llegarán a ser diametralmente opuestas.
Fuente: Apuntes de Animación Bidimensional de la U de Londres