Test de tipo químico
a. Relación C/N (en fase sólida)
Es el criterio tradicionalmente utilizado para la determinación de la estabilidad de un compost. Si bien pueden presentar alguna dificultad en la selección de muestras lo suficientemente homogéneas, la determinación del mismo es relativamente sencilla y rápida. Por lo general, un compost se considera maduro cuando su relación C/N es menor de 20 y lo más cercano a 15, aunque en la práctica dicho valor puede ser superior, ya que gran parte del carbono orgánico, al encontrarse en formas resistentes como son celulosas o ligninas, no puede ser utilizado de inmediato por los microorganismos.
La relación C/N es un índice interesante para seguir la evolución de un proceso de compostaje, puesto que ofrece mucha información si se conoce la relación C/N de partida. Por ejemplo, un compost con una relación C/N relativamente alta puede estar bien fermentado y estar maduro, si procede de RSU con una relación C/N alta donde no se han eliminado papeles y cartones. Por el contrario, un compost con una relación C/N baja puede ser fresco y poco fermentado, como puede ocurrir si procede de una mezcla de RSU con otros residuos con alto contenido en N, como son los lodos de depuradoras de aguas residuales urbanas.
b. Relación C/N orgánico en extracto acuoso
La reacción de compostaje es básicamente una degradación bioquímica de la materia orgánica por acción de los microorganismos. Los componentes solubles de la misma se disuelven en agua y son asimilables por los mismos.
Los compuestos insolubles son transformados enzimáticamente en compuestos solubles y posteriormente absorbidos por las células microbianas. Este hecho ha sido utilizado por diversos autores para obtener un nuevo índice de la maduración del compost. Dicho índice, basado en la determinación del C orgánico y del N orgánico en los extractos acuosos del producto, disminuye a medida que avanza la degradación del residuo, hasta estabilizarse entre 5 y 6, cuando el producto ha madurado, lo que hace que pueda ser utilizado como parámetro esencial de la madurez. A diferencia de la relación C/N del sólido maduro, este índice presenta unos valores mucho menos variables, al ser menos dependientes del tipo y origen del material inicial.
c. Determinación de la Demanda química de oxigeno (DQO) del compost
Constituye un método rápido y sencillo para evaluar el grado de madurez del compost. Básicamente consiste en una oxidación del material mediante dicromato potásico y valoración posterior con sulfato ferroso amónico.
También la determinación del pH sería un buen indicador de la marcha del proceso ya que, por lo general, durante el compostaje, el pH disminuye ligeramente, para subir posteriormente a medida que el material se va estabilizando, quedando al final del proceso entre 7 y 8. Valores más bajos indicarían que se han producido fenómenos de anaerobiosis y que el material no está aún maduro.
e. Capacidad de intercambio catiónico (CIC)
Su determinación en un abono orgánico no tiene solamente interés por el valor agronómico que representa este parámetro, es decir que ofrece una idea de la potencialidad en la retención de nutrientes y en capacidad de inmovilización de sustancias fitotóxicas, así como la posibilidad de amortiguar cambios súbitos de pH, sino que utilizado adecuadamente puede informar de la estabilidad de la materia orgánica de dicho compost. Diversos estudios realizados con abonos orgánicos y compost de diversos residuos orgánicos han demostrado que la CIC aumenta a medida que aumenta el grado de estabilidad de la materia orgánica.
f. Conductividad eléctrica
Un parámetro que es interesante conocer, aunque no se englobe dentro de los criterios de maduración del compost, es la conductividad eléctrica final. Depende de los materiales con que se ha elaborado el compost (purines, agua…) y se debe tener rigor con ella en función de la utilización que se fuera a dar al producto. No sería lo mismo confeccionar compost para uso como fertilizante que se incorporan al suelo, que como sustrato de plantas hortícolas producidas en alvéolos o contenedores.
La conductividad del compost puede afectar al test de germinación pudiendo oscilar entre los 440 y los 6590 uS/cm en el caso de una turba normal o si se trata de estiércol de pollos, respectivamente. Lo deseable en el caso de compost es que se encuentren entre los 1500 a 2000 uS/cm.
Fuente: Manual para la producción de abonos orgánicos en la agricultura urbana – Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).