Alimentación de las lombrices
La alimentación de las lombrices se realiza fundamentalmente con materia orgánica proveniente de las excretas animales, preferiblemente vacuna, aunque se puede utilizar también excreta porcina proveniente de los residuales del lecho de secado, excreta caprina carnero, chivo u oveja de conejo, equino, cachaza, pulpa de café y otros.
Además se puede utilizar, aunque con investigaciones previas, los lodos de las plantas de tratamiento de residuales urbanos, desechos de plantas beneficiadoras de frutas y otros muchos desechos orgánicos, entre ellos el papel.
Es necesario conocer que la lombriz de tierra es capaz de ingerir todos los materiales con excepción de los metales, vidrio, plásticos y gomas.
Todo alimento debe ser administrado a la lombriz con características que permitan su ingestión, si se tiene en cuenta que la lombriz no tiene un aparato masticador y precisa que esta pueda ser succionada por su boca. Por tanto debe tener las siguientes características:
1.- Un pH alrededor del neutro.
3.- Lo suficientemente desmenuzada y mullida.
2.- Un grado de humedad que le permita su ingestión.
4.- La no presencia de sustancias tóxicas o dañinas para la lombriz.
Siempre y cuando se cumplan estos requisitos pueden suministrarse diferentes fuentes de materia orgánica y obtener buenos resultados al mezclar éstas. Un efecto altamente beneficioso se ha observado con el papel, ya que está demostrado que un aumento en el contenido de celulosa en la alimentación favorece la reproducción. El papel además neutraliza el efecto de excretas con un pH alto y se recomienda utilizarlo habitualmente en la alimentación de las lombrices.
Fuente: Manual para la producción de abonos orgánicos en la agricultura urbana – Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).