Signos identificadores básicos
El concepto de «identificación institucional» puede desdoblarse en dos acepciones claramente diferenciadas:
– identificación en sentido estricto, es decir, el proceso por el cual la institución va asumiendo una serie de atributos que definen «qué» y «cómo» es, y
– denominación, o sea la codificación de la identidad anterior mediante su asociación con unos nombres que permitan decir «quién» es esa institución.
Estos nombres pueden producirse mediante muy diversos mecanismos lingüísticos y adoptan, por lo tanto, muy diversos aspectos: desde el de un signo arbitrario abstracto hasta una expresión claramente denotativa de la identidad de la institución, pasando por una amplia gama de variantes intermedias. Una tipologia empírica que recoja las modalidades de denominación institucional predominantes podría componerse de cinco tipos básicos – y sus formas mixtas –, a saber: la descripción (enunciación sintética de los atributos de identidad de la institución); la simbolización (alusión a la institución mediante una imagen literaria); el patronímico (alusión a la institución mediante el nombre propio de una personalidad clave de la misma – dueño, fundador, etc. –); el topónimo (alusión al lugar de origen o área de influencia de la institución), y la contracción (construcción artificial mediante iniciales, fragmentos de palabras, etc.).
Descriptivos
– Mondial Assistance
– Banco Interamericano de Desarrollo
– Caixa de Pensions
– Bank für Gemeinwirtschaft
– Museo Español de Arte Contemporáneo
Simbólicos
– Visa
– Camel
– Pelikan
– Omega
– Nestlé
Patronímicos
– Lacoste
– Rockefeller Foundation
– Johnson & Johnson
– Mercedes Benz
– Banco Herrero
Toponímicos
– British Caledonian
– Banco de Santander
– Europalia
– Principado de Asturias
– Aerolineas Argentinas
Contracciones
– AEG
– BENELUX
– IBM
– SWISS AIR
Fuente: Apuntes de Actualización gráfica de la U de Londres