Pesticidas botánicos
Algunas plantas contienen componentes que son tóxicos a los insectos, cuando estos compuestos son extraídos y aplicados a ciertos cultivos infectados, estos componentes son llamados pesticidas botánicos. El uso de extractos de plantas para controlar plagas no es algo nuevo.
Rotenona (Derris sp.), nicotina (tobacco), y las piretrinas (Chrysanthemum sp.) han sido usados ampliamente en la pequeña agricultura de subsistencia y en la agricultura comercial. La mayoría de los pesticidas botánicos son de veneno de contacto, respiratorio o estomacal por lo tanto no son muy selectivos pero afectan a una amplia gama de insectos. Estos insecticidas sin embargo no poseen una toxicidad muy alta y sus efectos negativos en los organismos benéficos pueden ser sustancialmente reducidos si se aplican selectivamente. Por otra parte los insecticidas botánicos son altamente biodegradables, lo que los vuelve inactivos en días y a veces en unas pocas horas. La aplicación selectiva de estos, además reduce el impacto negativo sobre los organismos benéficos y por lo tanto son relativamente seguros ambientalmente.
Sin embargo a pesar de ser naturales y de ser ampliamente usados en los sistemas agrícolas, algunos insecticidas botánicos pueden ser peligrosos para los seres humanos y altamente tóxicos para ciertos enemigos naturales. La nicotina por ejemplo, derivada de la planta de tabaco, es uno de los venenos orgánicos más tóxicos para los seres humanos y otros animales de sangre caliente.
Antes de aplicar los pesticidas botánicos en gran escala, su efecto en el ecosistema debe de ser probado en un pequeño experimento de campo, no utilice los insecticidas orgánicos como último recurso, primero entienda el ecosistema y cómo los insecticidas botánicos lo influencian.
Fuente: IFOAM Manual de Capacitación en Agricultura Orgánica para los Trópicos