Mujer en la fuerza de trabajo internacional
A partir de los años cincuenta, en Estados Unidos, la perspectiva del lugar que ocupa la mujer en el trabajo y en la sociedad ha registrado cambios profundos.
Antes, nuestra cultura ligaba, básicamente, a los hombres con la vida pública o laboral y a las mujeres con la vida privada y hogareña.
La sociedad patriarcal y las propias mujeres empezaron, poco a poco, a cambiar de actitud y de valores respecto al papel de la mujer en la sociedad.
El movimiento feminista, la necesidad económica y los muchos caminos abiertos por las leyes y los casos incoados ante la corte permitieron que una cantidad considerable de mujeres tuvieran acceso a los estudios y el empleo.
La mujer empezó a redefinir su papel en la sociedad, y la sociedad tuvo que adaptarse; aunque no con cierta resistencia por parte de hombres y mujeres conservadores.
El avance real logrado por la mujer, dada su casi ausencia en los niveles de la alta dirección, es discutible, pero pocos negarán que, ahora, las estadounidenses tienen muchas más opciones que hace 40 años.
Sin embargo, en la administración internacional, las mujeres muchas veces encuentran indicios abrumadores de un pasado más patriarcal.
Las ejecutivas pueden enfrentar muchas complicaciones en su trato directo con empresas de Asia y el Oriente.
En estas culturas, la tradición excluye a la mujer o la considera incapaz de ocupar puestos de autoridad fuera del hogar.
En algunos casos, empresarios de Asia y el Oriente Medio se han negado a trabajar con empresarias estadounidenses.
Sin embargo, en muchas otras situaciones, los empresarios locales han trabajado muy bien con las empresarias extranjeras, al parecer «haciendo una excepción» por tratarse de extranjeras, excepción que todavía no están dispuestos a hacer con sus propias esposas e hijas.
Fuente: Apuntes de la materia de Administración 2 / Unideg