La clasificación del secado en las tintas serigráficas
Las tintas serigraficas, una vez depositadas sobre el soporte, tienen diferentes tipos de secado. El más común de todos es el secado por evaporación. Éste se produce, una vez depositada la tinta sobre el soporte, por la evaporación de los solventes. Esta evaporación puede acelerarse, mediante una aportación de aire caliente, facilitándose de esta manera, la evaporación de los disolventes. Por el contrario, bajas temperaturas, dificultan el secado de las tintas por evaporación. Este tipo de secado, es el habitual en las tintas de impresión de cartelería convencionales.
También puede modifcarse la velocidad de secado en este tipo de tintas, mediante la adición de disolventes a la tinta de un índice de evaporación distinto a los de los disolventes empleados en la formulación de la misma. De esta manera, adicionando disolventes «lentos», retrasaremos el secado de la tinta y por el contrario, adicionando disolventes «rápidos» aceleraremos el secado de la tinta.
En las tintas de secado por evaporación, es importante la capa de tinta depositada sobre el soporte ya que lógicamente, cuanto menor sea la capa depositada menos cantidad de disolvente habrá para evaporar, lo que facilitará la eliminación del mismo. Un factor a tener en cuenta en las tintas de secado por evaporación es la cantidad de disolvente que puede quedar retenido en la película de tinta, pese a tener ésta un aspecto y tacto de seca. Para minimizar esta posibilidad, es conveniente secar las tintas con circulación de aire forzado y sobre todo, no abusar con la utilización de disolventes retardantes.
Lo anteriormente expuesto, es importantísimo en la impresión de plástico vinilicos ya que la presencia de disolventes cetónicos en la tintas vinílicas, facilita la retención de los disolventes por parte del soporte. Otro tipo de secado, en las tintas de serigrafía es secado por reticulación. Éste se produce, una vez evaporados los disolventes que pudieran haber en la tinta, al finalizar una reacción química, mejorándose substancialmente las características de la película de tinta.
Las tintas más conocidas de secaje por reticulación son las de «dos componentes«, las cuales tienen presente en su formulación, una resina capaz de reaccionar con un catalizador que se le incorpora en el momento de la aplicación. En este tipo de tintas, debe tenerse en cuenta el «pot life» o tiempo de vida útil de la mezcla y no emplearse nunca, una vez analizado éste. Otro tipo de tintas de secado por reticulación, es el grupo de las llamadas «Tintas Grasas«. Éste tipo de tintas, una vez finalizada la evaporación de disolventes presentes en la película de tinta, inician una reacción de oxidación con el oxígeno del aire, hasta adquirir las características finales definidas por el formulador.
En éste tipo de tintas, debe tenerse presente el aislar todo lo posible al contacto con el aire de la tinta que no empleamos ya que en el caso de iniciarse la oxidación en el envase, tendremos una formación de pieles, con las consiguientes mermas e incluso una variación de las características de la tinta que la pueden llegar a hacer inservible. Otro tipo de secado es el llamado «secado por UV» o secado por radiación. Las tintas que secan por este sistema, cada día tienen más implantación en el mercado serigráfico ya que unen las ventajas de una estabilidad total en pantalla a una gran velocidad de secado.
Este tipo de secado, se produce casi instantáneamente, al formarse una película de Polímero sobre el soporte. Ello viene motivado por el hecho que la tinta está formulada con una combinación de Prepolímeros que hacen la función de ligante o resina, Monómeros, que hacen la función de disolventes para regular la viscosidad, y aparte de los pigmentos y aditivos. También pueden formularse las tintas de secado por radiación sin la presencia de Fotoiniciadores pero entonces, se hace necesario emplear instalaciones de secado por E.B. o bombardeo de electrones, en lugar de utilizar la radiación ultravioleta. Fuente: www.mediotono.es