La Transmisión
Como su nombre lo indica, este sistema permite «transmitir» la energía que se produce en el motor hacia las ruedas o neumáticos; éstas propulsan al vehículo al constituirse como el único elemento que se encuentra en contacto con la superficie del camino. El sistema lo conforman la caja de cambios, la flecha, el diferencial o transeje y las ruedas.
La caja de cambios permite al conductor seleccionar la velocidad del motor (r.p.m.) y acoplarla a la del vehículo; de ser necesario, es a través de la caja de cambios como el motor puede transmitir la máxima potencia a las ruedas o ajustar en todo caso esa velocidad del vehículo a las condiciones de operación imperantes.
Cada vez que se pisa el embrague en una transmisión manual, se desacopla el motor de la caja de cambios y por consiguiente de las ruedas, por lo que resulta recomendable que esta práctica se realice en el encendido de la unidad y que durante la marcha el conductor realice los cambios de velocidad de manera secuencial y lo más rápido posible, así como que elija la relación de caja que permita operar el motor en su máxima eficiencia, la cual generalmente se obtiene al conducir a las velocidades legalmente permitidas, entre 60 y 70 km/h en ciudad, y entre 90 y 110 km/h en carretera.
Fuente: Manual de conducción Técnico-Económica para Operadores de Automóviles del sector Público Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía