Cambios de velocidad
La selección de la marcha constituye un parámetro básico para aplicar la conducción técnico – económica en un vehículo automotor, ya que mientras aceleramos nuestra unidad debemos conocer cuándo y cómo realizar los cambios progresivos de velocidad. Para ello debemos auxiliarnos preferentemente del dispositivo denominado «tacómetro«, el cual mide la velocidad del motor y cuyas unidades son expresadas en revoluciones por minuto (r.p.m).
Para la mayoría de los vehículos a gasolina que cuentan con «tacómetro», se recomienda que el operador efectúe los cambios progresivos de velocidad cuando el motor oscila entre las 2,000 y 2,500 rpm’s.
Cuando un vehículo no cuenta con «tacómetro», conviene realizar los cambios de velocidad lo más rápido posible, hasta llegar a las últimas relaciones de la transmisión; por ejemplo, si su vehículo posee 5 velocidades, trate de conducir en la última relación de caja (la mayoría de los vehículos a gasolina compactos se pueden conducir a velocidades de 60 km/h en la última velocidad).
Durante el proceso de aceleración de una unidad que carece de «tacómetro», los operadores pueden realizar los cambios de marcha a los siguientes valores:
1ª – 2ª ( 2 segundos ó 6 metros)
2ª – 3ª (a partir de los 30 km/h)
3ª – 4ª (a partir de los 40 km/h)
4ª – 5ª (a partir de los 50 km/h)
Se sugiere cambiar a la 5ª velocidad en vehículos de gran cilindrada a partir de los 60 km/h, no así en los de pequeña y mediana cilindrada, en donde se recomienda el cambio a partir de los 50 km/h. Para ambos casos, resultará conveniente circular en la 5ª velocidad, siempre que se superen las 1,500 r.p.m. del motor.
Fuente: Manual de conducción Técnico-Económica para Operadores de Automóviles del sector Público Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía