Conducir en una marcha establecida
Cuando se circula con el vehículo, se debe buscar que el motor opere a revoluciones moderadas, concretamente entre las 1,800 y 2,500 r.p.m, ya que será más eficiente su funcionamiento. Por esa razón, se recomienda operar la unidad dentro de este rango de revoluciones.
Cuando se ha seleccionado la quinta marcha para circular, se podrán superar las 2 500 revoluciones, siempre que no se excedan los límites de velocidad impuestos por las autoridades. De todas formas, ante situaciones de emergencia o imprevistos que puedan presentarse, se deben aplicar procedimientos especiales en la conducción, que se justifican de manera excepcional por el único fin de preservar la seguridad.
Como ejemplo, conviene acelerar rápidamente o reducir la velocidad cuando un vehículo se incorpora a una vía de acceso controlado, principalmente cuando la operación se realiza de forma «apretada» por la llegada de vehículos por el carril al que se incorpora. También cuando en una vía un vehículo pierda el control y amenaza con impactarse con otro que circula paralelamente, si los dos frenan, es posible que se presente una colisión, pero si uno de ellos acelera fuertemente, es posible que se evite el impacto.
Fuente: Manual de conducción Técnico-Económica para Operadores de Automóviles del sector Público Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía